Hoy, al levantarme, lo primero que he hecho ha sido subir la persiana, mirar por la venta y ver como brillaba el sol, como los pájaros revoloteaban contentos...
... me he parado a pensar por un instante si yo sería feliz siendo pájaro, pudiendo volar libre a cualquier lugar, sin tener ningún destino ni ninguna meta...
... pero luego, me he parado a pensar por un momento, que ¿por qué huir de la vida que tenemos? ¿A caso no merece la pena luchar día tras día y poder poner los pies en el suelo nada más levantarse? ¿A caso no tenemos que agradecer el abrir los ojos cada mañana?...
Entonces, me he dicho a mí misma: si realmente quieres ser un pájaro (cosa que resulta algo imposible) ¿por qué no buscas las cosas que realmente te hagan volar? Y entonces he contestado: ¡adelante! Abre los brazos, mira hacia delante y continúa el camino… porque los caminos son muy largos y durante el trayecto muchas metas has de cruzar.
1 comentario:
Las heridas que no se ven son las más profundas...
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